"en cuanto inicié, con el plato de comida en la mano, el regreso a la terraza donde comía, recomenzaban los saltos y vueltas a mi alrededor. Pero en cuanto depositaba el plato en el suelo se aquietaba...dejaba de mover la cola y, al margen de si terminaba o no su comida, había perdido la emoción que la invadía unos instantes antes. ¿Cómo era posible que la emocionara más la inminencia de la comida que la propia comida?.. Años después aprendí que en el hipotálamo de su cerebro y en el nuestro está lo qe se llama circuito de la búsqueda, que alerta los resortes de placer y felicidad, y sólo se enciende durante la búsqueda de alimento y no - al contrario de lo que cabría esperar- durante el propio acto de comer-. En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad.. y los desfases entre utopía y realidad a los que se refiere el neurólogo Semir Zeki ya se encargan, posteriormente, de apagar el éxtasis del circuito de la búsqueda -por qué la expectativa de un encuentro sexual o un trabajo deseado [proyectos] supera con creces la felicidad del propio acontecimiento. En suma, la felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad". (El viaje a la felicidad, Eduardo Punset) (C.Merkley, foto; Lacan: grafo del deseo)
Así que a todos los que leen, en el comienzo del solsticio invernal-boreal (hasta que el hemisferio sur se independice y festejemos el comienzo del año solar el 21 de junio): les deseo.. que no encuentren lo que buscan!!
A.C.
PROYECTOS: como los que la arquitectura profesional presenta-vistos extensivamente: desiderativo-defensivos (transferencias varias: arte, amor, guerra, política), ofrecen representaciones duales: (enlaces-encierros, discurso-censura): escenas de unidad o separación violentas:"cuando un individuo compite en su proyecto con el de otro... y no pudiendo huir ni luchar: se inhibe -en el hombre esto se acompaña de angustia y profundos cambios orgánicos" (en "Mi tío de América", de A. Resnais)
Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf
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