http://www.ramona.org.ar/node/25275 La que Dipierro y Masvernat presentan en CCBA (“interpuestos entre las fuentes de luz y los planos sobre los que se proyecta, flotan una serie de papeles recortados con formas de tramas y figuras”) es una exposición generosa en el muestreo de sus relaciones contemporáneas: con invitados a realizar actividades durante el espacio de la muestra, y con una mesa de textos que se entienden afines a las preocupaciones de las artistas. En algunos de esos textos (P. Halley y J. Turrell) se adivinan las al menos ocasionales angustias de influencia de Ficción Encendida, pero el montaje amistoso de D&M consigue poner en entredicho el espiritualismo de la luz y la naturalidad de la abstracción, a fuerza de propuesta y quizá, un poco, de desplazamiento.
http://www.ramona.org.ar/node/24047 Frente a la morfología tópica que muchas galerías de arte (o espacios de exposiciones temporarias en museos) presentan como espacios dobles: el misterio -que no voy a resolver averiguando- de si ello es causa o efecto de ideas curatoriales o de marketing, o una mera casualidad. A veces parece imponerse la idea de que hay una idea (a principios de año, también en Benzacar, las muestras paralelas de Da Rin y Estol, ilustrando el librito de Bourriaud). En mi ignorancia, despliego entonces un programa (y como tal, preparado a recibir oposición): ver estos espacios dobles siempre complementariamente. En las actuales muestras de Adrián Villar Rojas y Roberto Aizenberg, esto funciona de manera fantástica.