A.C., Jugadaverde, bolíg s/papel.
"La tendencia de Freud a olvidar sus fuentes encaja con su incapacidad para comprender otros puntos de vista. En cierta ocasión admitió que "nunca me es fácil seguir una nueva línea de pensamiento que no coincida de algún modo con mi propia senda o a la que no haya llegado conducido por mis propios pensamientos". Pero para cuando F. hubo concluido laboriosamente de convertir una idea extraña en digerible, alguien como Tausk bien podía pensar que uno de sus "ininteligibles" conceptos previos había pasado silenciosamente a manos de Freud" (Tausk fue uno de los discípulos malogrados de F, relación ilustrada en el libro de Paul Roazen, Hermano animal).
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