Esos fenómenos eran, por un lado, el intento de controlar, de manera extensa y capilar, la vida sexual; y por el otro, el propósito de servirse de las imágenes para restablecer con las masas de fieles una relación que con frecuencia se encontraba debilitada o rota. El propósito enunciado era solamente en parte el fruto de la actitud polémica de los protestantes respecto de las imágenes sagradas... A ojos de un teólogo desprejuiciado... el común denominador entre imágenes eróticas e imágenes sagradas era la eficacia: las primeras estimulaban el apetito sexual; las segundas, la piedad religiosa" C. Guinzburg, "Mitos, emblemas, indicios. Códigos de la representación erótica en el siglo XVI".
También: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/117692-37474-2009-01-04.html "la categorías políticas son todas ellas categorías teológicas. Es decir: la política occidental (democrática y capitalista) tiene su fundamento en la teología cristiana".
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