En este relación, el deseo del sujeto sólo puede confirmarse en una competencia, en una rivalidad absoluta con el otro por el objeto hacia el cual tiende. Cada vez que nos aproximamos a esta alienación primordial, se genera la agresividad más radical: el deseo de la desaparición del otro, en tanto el otro soporta el deseo del sujeto -esos celos devastadores que el niño pequeño experimenta cuando el otro está prendido al seno de su madre. La relación existente entre el sujeto y su Urbild, su Ideal-Ich (yo ideal), por la que accede a la función imaginaria y aprende a reconocerse como forma, siempre puede bascular [hacia el otro]: ... en su estatuto, su estatura, su estática, su deseo se proyecta hacia afuera. Su consecuencia sería la imposibilidad de toda coexistencia humana.
Sin embargo, a dios gracias [sic] el sujeto está en el mundo del símbolo, es decir en un mundo en que otros hablan. Su deseo puede pasar entonces por la mediación del reconocimiento. De no ser así, toda función humana se agotaría en el anhelo indefinido de la destrucción del otro como tal. (Lacan, La báscula del deseo)
http://revistas.ucm.es/portal/modulos.php?name=Revistas2_Ultimo&id=ESIM
http://www.cuevana.tv/series/94/fringe/theres-more-than-one-of-everything/

Adrian Villar Rojas en venecia es el mismo q hace canciones? parecería que si http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5194-2009-03-22.html
[AVR, Las Mariposas Eternas, en Brasil : καλύτερο άνθρωπο από τον πατέρα
http://www.ramona.org.ar/node/24047 ]
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