Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf

jueves, 15 de mayo de 2014

nocontrolo lansiedá quemedá olvidar TU nombre

el que realiza conductas de evitación y escape  en la búsqueda de alivio a su malestar, la ansiedad patológica, sin saberlo la perpetúa... en la patología de la ansiedad, lo más importante no es la emoción misma ni tampoco su intensidad:  la ansiedad es una emoción sana y necesaria. Lo que la convierte en patológica es toda la parafernalia que los seres humanos hacemos para evitarla y controlarla. Los intentos de control destinados a aliviarla son lo que transforman un patrón emocional adaptativo, evolutivamente destinado a protegernos, en algo desadaptado que acarrea sufrimiento y malestar.

el olvido de nombres es altamente contagioso. En un diálogo bastará que uno de los interlocutores exprese haber olvidado tal o cual nombre, para hacerlo desaparecer de la memoria del otro. Mas la persona en que el olvido ha sido inducido encontrará el nombre con mayor facilidad que la que lo ha olvidado espontáneamente. Este olvido colectivo, si se considera con precisión es, en realidad, un fenómeno de la psicología de las masas... 
 ¿El derecho a ser olvidado de alguien no atenta, como dicen los indignados con este fallo, contra el derecho que tienen otros de saber y recordar? Agreguemos casos de personas que hayan cometido un ilícito y ya hayan pagado por él. ¿Podrían reclamar que Google ya no muestre lo que ellos hicieron hace años para que eso no funcione como estigma?

 no fue hasta 1956, cuando se estrenó la versión estadounidense del primer Gojira, retitulada Godzilla, rey de los monstruos, que el lagarto radiactivo recorrió el mundo. La “versión estadounidense” no era una remake, sino el original de Honda, comprado por el productor Joseph Levine, reeditado, doblado al inglés, y con unos 40 minutos extirpados y reemplazados con media hora de material nuevo rodado con Raymond Burr (el Perry Mason televisivo) para darle “una perspectiva occidental” a todo el asunto. Esta “adaptación”, que obviaba algunas referencias a Nagasaki y atenuaba un poco el pathos del film de Honda... fue durante años mucho más accesible que el original.
[L. Signorelli, Resurrección , frescos de Orvieto; Borromini en madera por Mario Botta en Lugano]

No hay comentarios: