Ahora bien: tanto tiempo de vigilia compartida nos dio el lujo de una "visión excesiva" -no sentirnos perseguidos suplantó la huida práctica en la llanura por la huida teórica en el tiempo (el humano como animal que huye hacia adelante, según Sloterdijk): de modo qe nos obligamos a nosotros mismos a ver, literalmente, lo que no existe. Lo cual produce una divertida transformación del temor animal en paranoia imaginativa: como intuía Lacan, la paranoia puede ser el modelo general de nuestra búsqueda cognitiva: una sospecha, un "querer ver lo que no está" hasta que se consigue verlo- y para que no sea x medio de la locura: FIGURÁNDOLO,expresándolo, construyéndolo, etc. 
Entre otras, una explicación programática y sorprendente de ésto en "El mito del Ángelus de Millet", de Salvador Dalí: ser perseguido-perseguidor de imágenes ((pero hay muchas, claro: Hacia una arquitectura (LeCorbusier), la poesía de Góngora y de Vallejo, el extrañamiento (Sklovski), el sueño reapropiado (Freud), etc)). Por más qe no le guste a GillesD. inventamos máquinas-esfinges con las que develamos en imagen nuestros enigmas.
(Ashes Snow; cuello de Viktor&Rolf, puente de hormigón; Edipo de Ingres y ericóptero)
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