Lacan dice, “el sueño se articula como si eso que no debe ser dicho es justamente lo que el sueño tiene para decir”.
Ese no debe ser dicho, eso es precisamente lo que cada sueño tiene como función: decir algo que no debe ser dicho. Y es por eso que lo que sucede en el sueño es efectivamente algo dicho. Lo que sucede en el sueño está dicho porque la función fundamental del sueño es decir lo que está hecho para no ser dicho. Ese no dicho está en relación con el no saber [al no saber que se sabe]. Y esto es lo que remite a la estructura más profunda del significante: cuando Lacan introduce esta cuestión de la estructura del significante, es a propósito de esto, y es tomado de la lingüística pero no es lingüística: “...esta cuestión de que el sueño esté hecho para decir lo que no debe ser dicho, remite a lo que es la estructura más profunda del significante, es decir el resorte de la estructura del significante es el yo no digo que”. Vamos a ver por qué hay esta relación entre la negación, el significante y el decir: esta relación entre la negación y el significante constituye lo que llamamos el decir. Sin la negación no habría esta profundidad de estructura, veamos por qué. 
Y aquí Lacan recuerda el artículo de Freud sobre la negación y dice “la negación está en la raíz misma de la frase en la cual el sujeto se constituye como inconciente”. Lacan toma como ejemplo de la negación la frase “usted pensará que es mi madre pero no es mi madre”, en la cual el sujeto se constituye como inconciente a partir de la negación. Y ¿por qué?. Lacan se refiere al significante como significante borrado, es decir se refiere a la función de huella del significante. Lacan toma el ejemplo de la huella del pie de Viernes: si Robinson borra esta huella, borra esta huella para hacer una cruz. La cruz es el ejemplo del significante y su dimensión de borramiento, es decir, hago un trazo y tacho el trazo que hago. 
El significante borrado se presenta, dice Lacan, con las propiedades de lo no dicho. No es por nada efectivamente que la cruz en sí misma sea un significante de enorme importancia. Y vamos a ver qué relación entre este borramiento que el significante introduce, y que implica no sólo una dimensión de existencia sino una dimensión de subsistencia de esto que se quisiera borrar. El significante, digamos así, por su función misma de significante introduce un borramiento e impide el borramiento que él mismo introduce. Vamos a ver entonces en relación con esto, esa articulación tan clara y tan importante entre lo que es la cruz como significante y el masoquismo. Vamos a ver esa relación entre subsistencia y masoquismo en lo que es una función articulada de la pulsión al significante. El masoquismo y el sadismo son funciones articuladas de la pulsión al significante.Esa función del borramiento que también tenemos en lo que tiene que ver con la mancha. Es decir, esa función a su vez significante de la mancha en su relación con la falta por un lado, en su relación con la culpa por el otro lado. [AC: Dvelo2: manos en polietileno amuradas x las muñecas; cap 10 Fringe: ladrón queda atrapado al atravesar un muro sólido: xa autopsia Bishop le corta una mano; cristo en poste eléctrico]
http://www.escuelafreudiana-arg.org/clases_publicadas/curso_introductorio_2008/clase_4_de_abril_2008_anabel_salafia deseo: lo no dicho: sueño: objetos, fantasma..
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