Walter Erviti, ex-San Lorenzo y ahora en Banfield a su vuelta de México: "no me gusta la palabra representante. Si bien en algún momento tuve, me manejo solo, no me hace falta. Soy el que decide donde jugar y cuando".
PROYECTOS: como los que la arquitectura profesional presenta-vistos extensivamente: desiderativo-defensivos (transferencias varias: arte, amor, guerra, política), ofrecen representaciones duales: (enlaces-encierros, discurso-censura): escenas de unidad o separación violentas:"cuando un individuo compite en su proyecto con el de otro... y no pudiendo huir ni luchar: se inhibe -en el hombre esto se acompaña de angustia y profundos cambios orgánicos" (en "Mi tío de América", de A. Resnais)
Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf
viernes, 8 de agosto de 2008
Representantes de nadie
La consanguinidad de los representantes del bien y del mal está ilustrada por un ciclo de leyendas polarizadas alrededor de la lucha entre un santo y su hermana, una diablesa que roba y mata niños. El santo implora a Jesús que le dé fuerzas para matar a su propia hermana. Y en efecto, atraviesa a la diablesa con su lanza y la mata" (Mircea Eliade, Mefistófeles y el andrógino.)
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