
ayer me regalaron el neologismo "dilapidario" : arrojar y malgastar enunciados concisos y solemnes, sería.
En los tiempos del zar, como se sabe, caía en prisión un revolucionario y al tiempo se escapaban dos. Los revolucionarios decían que las cárceles eran sus universidades porque, en las horas muertas de encierro, los veteranos transmitían a los novatos lecciones sobre teoría y praxis de la revolución. La praxis era el plan de fuga, porque la obligación de cada revolucionario que caía preso era convertir a uno y fugarse después con él. Por eso empezaron a mandarlos a Siberia.
mirando de manera fija –como perdido– “el más allá”. O se tapa los oídos para que no “le entre” lo que se le dice, negándose sistemáticamente al encuentro de miradas y/o a responder cuando se intente “conectar” con él, no así cuando se trata de satisfacer sus rutinas o necesidades, o “está obsesionado” por girar, golpear y tirar objetos, o girar su cuerpo “como si fuese un trompo viviente”.
dilapidaciones meteóricas segregaciones ficcionales
dilapidaciones (piedras contra vidrieras, soldaditos de altas llantas, lápices terroristas)
[riego-pivot en desierto; Gabriel Orozco]
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