Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf

jueves, 5 de junio de 2014

ah bla bla 2 (ser hablados)


Aunque las megalópolis la hayan hecho más visible, la masa no es el producto de la civilización urbana. Aunque se realice materialmente en los tiempos modernos, su posibilidad es un dato primitivo. Porque el ser hablante habla a través de la lengua, habla como masa -es más de uno. El aforismo de Wittgenstein, “no hay lenguaje privado”, no apunta a otra cosa. “Soy una multitud”, escribe Sartre en  A puertas cerradas. Lo que Sartre atribuye a la mirada incesante, a los ojos infernales que no parpadean, al tercero que vigila a cada uno de los otros dos, conviene atribuirlo a la lengua, que nunca se calla.
acostumbra a pensar que el terrorismo está entre los que afectan ‘la normalidad’. ¿Pero qué hay de los terroristas que se ocupan de mantener lo establecido?”
[Sophie Kanh, Portrait of Evie; AC AreUtalkin2me?, polietileno + calor]

Ya en Nietzsche, hay un claro esbozo de otra cosa. Dice, por ejemplo, “Lo que puede ser pensado tiene que ser con seguridad una ficción”... hay que usar las metáforas ... volver a pulirlas y abandonarlas a su ruina; así se advierte que la ficción no se opone a lo que llamamos “real”, es un medio de revelarlo a través de las costuras de los montajes ficcionales... El término “montaje” decide el camino de la operación lacaniana. En consonancia con las vanguardias pictóricas y literarias, construye con restos, residuos, fragmentos de diversos conjuntos. Según Lacan, la pulsión es la única instancia que se satisface, pero se trata de una satisfacción acéfala: todos los elementos que la componen funcionan de manera disjunta; la constituye una fuerza constante de apremio, entonces posee lo que se denomina ritmo... Los entresijos de la pulsión no cesan de señalar lo que hay de "real" en la ruina de los registros, en la estratificación dispersa de las huellas.

  El vecindario que arroja los baldes de agua es representante de una inhibición a la conversación, que es la vida popular tomada en su necedad... Me pareció que le daba un sentido del absurdo a la conversación.. La novela se hace con los desechos de todos los materiales del mundo, incluso con documentación, es cierto.

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