
Exigió un juicio sin jueces. Se fugó. Dilató seis años el juicio. Entorpeció. Puso obstáculos. Finalmente, fue condenado. La sentencia fue confirmada. Pero días atrás volvió a denegarse su detención, solicitada por la Fiscalía y la querella.

Está comprobado que actuó con intención de pervertir y corromper. Los mismos jueces que hallaron culpable y condenaron al compulsivo que no puede parar de transgredir, lo dejan en libertad irrestricta y sin control alguno. La Convención Internacional sobre Derechos del Niño establece la obligación de proteger a los niños contra los abusos sexuales. El Estado nacional debe velar por su cumplimiento. La mayoría de los internos en cárceles argentinas ni siquiera ha llegado a un juicio. ¿Quién protege a este poderoso desigual ante la ley? [Mondongo, serie Caperucita plastilina, y lobo-torta]
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6040-2010-10-14.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155525-2010-10-22.html
http://www.cuevana.com/peliculas/280/changeling/
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