También comparte el deseo repetido sin cesar de Heidegger por la simplicidad. Probablemente tendrá la misma actitud hacia el comercio sexual que hacia el económico: considerarlo embarullado. Por eso tiende a mantener a la mujer en su lugar subordinado, lejos de la vista y de la mente, y a favorecer un sistema de castas que sitúa a los viriles guerreros -que se bañan con frecuencia- por encima de los olientes mercaderes de bazar. Pero por supuesto, el guerrero está aún subordinado al sacerdote http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-156442-2010-11-07.html, alguien que se baña con más frecuencia y es más viril: porque no le importa el falo de la carne sino el inmaterial -aquel que atraviesa el velo de la apariencia y alcanza la luz al final del túnel de un modo que no puede hacerlo el guerrero.
Con la ayuda de Rabelais, Nietzsche, Freud y Derrida resulta fácil ridiculizar a estos buscadores de lo inefable, lo inmaterial y la pureza. Pero en justicia debemos recordar que los sacerdotes ascéticos son personas muy útiles: las derivaciones de sus proyectos privados de purificación hacen a la postre más ricos y diversos el lenguaje y los proyectos de la sociedad... No suele ser muy divertido estar alrededor de los sacerdotes ascéticos, y en relación a la felicidad suelen ser inútiles, pero han sido el instrumento de la novedad lingüistica, permitiendo a las culturas cambiar por sí mismas, salir de una tradición a un futuro antes no imaginado. [R.Rorty: Heidegger, Kundera y Dickens] AC: montaje Duchamp: Etant donnès + urinario; Ruta -bolígrafo + alcohol + hilo s/hoja de ruta
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-156235-2010-11-04.html
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