Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf

lunes, 14 de febrero de 2011

1º, 2º, 3º (peirce)

1.339. La más fácil de aquellas [Terceridades] que tienen interés filosófico es la idea de un signo o representación. Un signo está por algo para la idea que produce o modifica. O bien, es un vehículo que transporta a la mente algo desde afuera. Aquello por lo que está se llama su objeto; aquello que transporta, su significado; y la idea a la que da lugar, su interpretante. El objeto de la representación no puede ser más que una representación de la cual la primera representación es el interpretante. Pero una serie interminable de representaciones, cada una representando a la anterior, puede concebirse que tenga a un objeto absoluto como su límite. El significado de una representación no puede ser más que una representación. De hecho, no es más que la misma representación concebida como despojada de sus ropas irrelevantes. Pero estas ropas nunca pueden sacársele completamente; sólo se cambian por algo más diáfano. Así hay aquí una regresión infinita.
 

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