
El objeto vale, más allá de la necesidad, porque es un don de amor del Otro materno. Entonces, el niño aceptará o no la demanda del Otro de ser alimentado,

El Otro, sin embargo, por distintos motivos, puede estar en esa posición desde la cual privilegia la satisfacción de la necesidad ignorando la dimensión de la falta. Cuando falta la falta y el objeto deviene fundamentalmente objeto de satisfacción de la necesidad, el Otro, que ya no opera como Otro simbólico, fija a esta posición de goce, no sólo al objeto, sino al sujeto mismo. [pulsión oral: MArisa PAredes devorando a ceciroth; mamá-tetera/hijo-taza] http://candy.milkboys.org/
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