y contra la lluvia mandada x dios un domingo al Papa
: pluma filosa de lalengua contra los patrias.
Tal como se ve al principio de la observación, Juanito, hijo único, es la mar de feliz. No ha tenido que esperar a que aparaciera la fobia para contar con las atenciones de su padre, y también es objeto de los más tiernos cuidados por parte de su madre, tan tiernos incluso que todo se lo permiten. Se requiere sin duda la sublime serenidad de Freud para aprobar la acción de la madre, cuando hoy día se le fulminarían todos los anatemas, por admitir a Juanito cada mañana en el lecho conyugal, como tercero, y esto contra las expresas reservas del padre y esposo. Este, no sólo muestra una tolerancia muy peculiar, sino que podemos juzgar que está fuera de juego en la situación, pues diga lo que diga él, las cosas siguen su curso decididamente, mientras la madre en cuestión no tiene en cuenta lo más mínimo las observaciones respetuosamente sugeridas por el personaje del padre.No está frustrado de nada, este Juanito, en verdad, no está privado de nada... la fobia a los caballos (cuando caen) permitirá imaginar una caída de la todopoderosa imagen materna. (Lacan, Sem IV) la fantasía inconfesa de JacquesL
JL: después del cine, la novela y el teatro
No hay comentarios:
Publicar un comentario