Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf

martes, 3 de julio de 2012

ojal-botón: tajo o construcción (fobia & fetiche)

http:/ [grúa colocando disco de tunelaDora]
un texto de Michel Leiris, que describe sus náuseas y su horror frente a un botón -objeto que también le funciona como un fetiche cuando se presenta como colección en una hilera de botones. Si una mujer lleva una prenda con una hilera de botones, causa su excitación y su deseo; el botón aislado solo le significa la castración como tal. Se trata de una identidad y una diferencia que coincide en el mismo objeto: entre la hilera de botones donde no falta ninguno y el botón aislado, hay un borde.
No se dice, pero esto tiene una lógica sutil: cuando falta el botón en la hilera no funciona como fetiche; la fobia aparece cuando el botón está sólo, aislado, cuando se presenta en su carácter de unidad  aislable.Hay dos cosas que interesan al respecto. Una es señalar la función de esta falta, es decir, la función del UNO que falta -la función de ese agujero que vemos entre la hilera completa y el botón aislado... Cuando hablamos de la falta en lo que se refiere a la significación, nos referimos a la falta del pene en la madre (es una falta que concierne al ser del sujeto la de ese UNO que falta en la hilera de botones).
 En el caso del botón, sabemos la forma en que se constituyó contingentemente en fetiche -es de una manera accidental que esto ocurre: el sujeto tiene recuerdos bastantes precisos reconstruidos en el análisis -su madre llamándolo para abotonarle su vestido con una larga hilera de b... se puede ver esta correlación significante en francés donde surge, en la línea de bouton: el pedazo, la bota, el tapón, y por supuesto, bouche (boca). Toda la serie se constituye a partir de un cabo en la lengua materna.
Parece ser que hasta el siglo XII no existían los botones, antes de ese momento las prendas se cerraban con costuras. Esas cicatrices desaparecieron cuando se inventó el botón y el ojal.
Siempre recuerdo a una persona muy inteligente, afirmada entre la neurosis obsesiva y la psicosis, que tenía —es frecuente en la neurosis obsesiva— un horror inconmensurable respecto de la posibilidad de que algo se rasgara. Se torturaba con fantasías de pasar por una puerta, enganchar su saco en el picaporte... ¿cuál es la relación que esto mantiene con algo del orden de lo que es sexual y con algún goce? Este síntoma es imposible de aclarar sin la significación del falo y su relación con la castración: este muchacho llega a decir que los sacos vienen con botones de la misma manera que los duraznos vienen del duraznero. Es decir, la idea de la costura y del agregado de algo mediante una costura a una tela, le era absolutamente inconcebible, no podía ni siquiera significar la construcción de algo en esos términos. Era una prenda de vestir pero podría ser cualquier otra cosa que pusiera en juego ese tipo de relación entre un tajo, una costura y algo que se puede despegar -concretamente el botón: algo que se puede cortar o desprender, sobre todo, desprender. [A. Seeber, Pinto y coso, óleo s/ tela]

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