
Demian y Danny: vértices infantiles de diabólicos triángulos familiares, perseguidores desaforados en triciclo por pasillos hasta que provocan la muerte de un progenitor y desatan el nudo-de-tres (en La Profecía el balcón interno, en El Resplandor ese des-enlace se traslada a los pasillos del laberinto del jardín...) ¿Qué funciona acá: el Cine, Lacan, la Admiración, la Envidia... el Patrón proyectivo de la ficción en general?
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