

(JuicioFinal, Fra Angélico, témp s/madera; retrato de Fernando Arrabal salvado x el Fénix, basado en FraAngélico)
Campo, en el sentido que Bourdieu le otorga al concepto, es una arena social donde las luchas y maniobras se llevan a cabo sobre y en torno al acceso a recursos. En el campo no sólo se recrea la hegemonía y se consolida el control de un grupo sino que lo básico que ocurre es que “los adversarios luchan para imponer unos principios de visión y de división del mundo social”. Uno de los principios generales de la economía de los intercambios simbólicos es que se trata de prácticas que siempre tienen verdades dobles, difíciles de unir. Las estrategias y las prácticas características de la economía de los bienes simbólicos son siempre ambiguas, de dos caras, y hasta aparentemente contradictorias: por ejemplo, los bienes tienen precio y no tienen un precio. Esta dualidad de las verdades mutuamente excluyentes, tanto en las prácticas como en los discursos no es ni duplicidad ni hipocresía, sino es una negación que garantiza la coexistencia de los opuestos: apostolado/marketing, fieles/clientes, culto/trabajo, etcétera. Sólo se puede comprender la economía de los bienes simbólicos si desde el principio se toma en serio esa ambigüedad que no es invento del investigador, sino que está presente en la realidad misma.. Esta dualidad es posible, y se puede vivir, a través de una especie de self deception, de autoengaño. Pero esa self deception individual se sostiene a través de una self deception colectiva, un verdadero desconocimiento colectivo cuyo fundamento está inscrito en las estructuras objetivas y en las estructuras mentales, que excluye la posibilidad de pensar y obrar de otro modo..(MartaLamas s/ PBourdieu, en RevistaFractal) http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-742-2009-05-08.html
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