Construcción: "Solamente el curso posterior del análisis nos faculta para decidir si nuestras construcciones son correctas o inútiles. No pretendemos que una construcción sea más que una conjetura que espera examen, confirmación o rechazo. No pretendemos estar en lo cierto, no exigimos una aceptación... ni discutimos una negación. En resumen, nos comportamos como una figura familiar en una de las farsas de Nestroy: el criado que sólo tiene una respuesta en sus labios para toda pregunta u objeción: «Todo se aclarará en el curso de los acontecimientos futuros.» http://mediacionartistica.files.wordpress.com/2013/01/construcciones-en-el-analisis.pdf

miércoles, 20 de mayo de 2009

represión no es exceso sino pérdida de control: no-poder

"El yo se comporta ante el peligro instintivo como si se tratara de un peligro exterior; intenta una fuga, se retira de parte del ello y le deja abandonado a su suerte. Decimos entonces que el yo lleva a cabo una represión del impulso de que se trate. De momento eso aleja el peligro, pero no se puede confundir impunemente exterior e interior. Es imposible huir de sí mismo. El impulso instintivo reprimido queda aislado, inaccesible y sustraído a toda influencia. Sigue, pues, en adelante caminos propios. El yo no puede ya deshacer la represión, quedando perturbada su síntesis y permaneciéndole vedado el acceso a una parte del ello... que no permanece ocioso y encuentra medios de indemnizarse de la satisfacción que le ha sido prohibida... generando ramificaciones psíquicas que le representan, se enlaza a otros procesos que su influencia sustrae también al yo, y reaparece por fin en el yo y la conciencia bajo la forma de un producto sustitutivo, irreconociblemente disfrazado, creando aquello que conocemos como síntoma" S.Freud, Análisis profano. (John Mecier, Freud; fotografía de Mona Hatoum)

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